Claudia Osorio/AgenciaUno

No hay visita a Valparaíso que no termine en el clásico callejón de calle Condell 1466 para disfrutar de la chorrillana del J Cruz. El tradicional restaurante porteño lleva 39 años haciendo este plato a base de papás fritas, huevo, cebolla y carne picada, que atrae a cientos de turistas de Chile y del mundo.

La historia comenzó cuando sus dueños decidieron abrir un pequeño local en el año 1977 con diversos platos caseros, principalmente para estudiantes y gente del puerto. Pero, cuenta la leyenda que su propietario, Víctor Suarez, inventó la chorrillana y desde ahí la fama de este lugar comenzó a crecer.

Sonia Guzmán, dueña del J Cruz y cónyuge del creador de este plato, recuerda que desde ese momento eliminaron las demás recetas de la carta, y ahí se masificó la chorrillana. De esto han pasado casi cuatro décadas y un sinfín de comensales que dejan estampados rayados con notas y dedicatorias en sillas y mesas, además de colocar en las paredes fotos tamaño carnet, es decir, un recuerdo de haber estado allí.

Cantantes porteños guitarreando “la joya del pacífico”, la exquisita y contundente chorrillana, gran cantidad de antigüedades adornando los espacios, han hecho que este lugar no solo sea un restaurante, sino que sea un lugar de encuentro con un ambiente familiar que cautiva incluso a los más famosos.

“Ha venido tanto conocido, el de Café TaCuba cuando vinieron al festival tuvieron un almuerzo que salió televisado para México, el presidente Frei, Beto Cuevas, no los puedo nombrar a todos porque son muchos. Todos se mezclan en el J Cruz, eso es lo bonito porque en una mesa se comparten. Puede haber un tremendo artista y vienen unas personas que no sean del ámbito conocido, estelares, se sientan al lado y todos charlan”, relata Sonia Guzmán para AgenciaUno.

CON LA PANDEMIA TODO CAMBIÓ

Con la llegada del coronavirus y el cierre de sus tres locales hasta nuevo aviso, esta familia dedicada toda una vida al rubro gastronómico, se tuvo que reinventar para aminorar las pérdidas que ha dejado el paso de la pandemia.

Es por esto, que decidieron abrir uno de sus locales más nuevos, ubicado en la calle Condell 1253 con la modalidad de platos para llevar, ya que intentan reponerse a meses sin atender, que los han llevado a pasar momentos muy duros.

“Nunca me iba a imaginar que iba a pasar con esta pandemia en marzo”, cuenta la dueña, relatando que esta emergencia sanitaria les ha afectado un “100%, casi ni para echarle a la olla, pero como yo siempre me ilumino, no sé, Dios me ayuda de alguna forma, que no me falte para comer”.

Si bien las ventas están lejos de ser las acostumbradas durante años, explica que decidieron empezar con retiro en el local antes de reabrir sus puertas en esta etapa 3, porque “lo que te agobia ahora son los créditos en los bancos. Si me pilla el verano que no se pueda abrir, ahí queda la grande”.

Muchas de las pymes dedicadas al rubro gastronómico comenzaron a distribuir sus productos a través de las empresas del delivery, sobre todo en comunas que aún no habían avanzado a la fase de Preparación del denominado Plan Paso a Paso del gobierno para el desconfiamiento.

Consultada por esta opción, la propietaria recalca que ellos son una pequeña empresa y que “un 35% (de comisión) yo creo que es mucho, encuentro que es demasiado, más uno tiene que pagar el impuesto de boleta, es mucho”

LA TRADICIÓN QUE EMOCIONA A PORTEÑOS Y PORTEÑAS

Los porteños y porteñas tienen un cariño especial al J Cruz, incluso “un señor me dio las buenas vibras, se puso a llorar, se emocionó, dijo que esto hacía falta acá en Valparaíso, porque Valparaíso tú ves que está muerto, está muerto, muerto, muerto”, cuenta emocionada.

“El J Cruz del callejón, lo tengo aquí, nadie me lo saca de acá (indica el corazón), me dicen que me van a caber pocas mesas, aunque pueda funcionar con 5 mesas, igual yo creo que lo voy a hacer, porque es tradición”.