Bachelet: Vacuna contra el COVID “no curará los estragos socioeconómicos”
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha reconocido que 2020 será un año que no olvidaremos “jamás” debido a la pandemia de coronavirus y ha advertido de que la vacuna por sí sola no resolverá el impacto que esta ha tenido a todos los niveles, apostando por ello por la ‘vacuna’ de los Derechos Humanos.
La pandemia ha tenido “un impacto devastador en la economía de los países y en el empleo, en los ingresos, la educación, la salud y el suministro de alimentos para cientos de millones de personas”, ha resaltado Bachelet, además de haber provocado “un enorme retroceso en el desarrollo, en los esfuerzos por aliviar la pobreza y en la mejora de la situación de las mujeres y las niñas”.
Pese a los “avances extraordinarios” en relación con el desarrollo de una vacuna, Bachelet ha dejado claro que “las vacunas por sí solas no pueden resolver la pandemia o curar el daño que ha causado”. Aunque las vacunas acaben en “algunos meses” con la COVID-19, “no prevendrán ni curarán los estragos socioeconómicos resultado de la pandemia y que han ayudado a su propagación”.
Sin embargo, según la jefa de Derechos Humanos de la ONU, ya existe una vacuna “para el hambre, la pobreza, la desigualdad” e incluso para el cambio climático y otros muchos males a que se enfrenta la Humanidad. Se trata, ha explicado, de los Derechos Humanos, recogidos en la Declaración Universal que a su vez ha dado origen a otros tratados que protegen entre otros los derechos de los niños o los de las mujeres.
“La COVID-19 ha puesto de relieve nuestra incapacidad de defender esos derechos, no sólo porque no pudimos, sino porque no lo hicimos o decidimos no hacerlo”, ha lamentado Bachelet.
En este sentido, se ha referido a la falta de inversión suficiente en atención sanitaria en algunos países o al hecho de que “muchos gobiernos no actuaron con la rapidez o la decisión suficientes para detener la propagación de la COVID-19”. “Otros se negaron a tomarla en serio, o no fueron totalmente transparentes sobre su propagación”, ha denunciado.
Sin mencionar nombres, la ex-presidenta de Chile ha mostrado su sorpresa por que “incluso hoy en día, algunos líderes políticos siguen restando importancia a su impacto, menospreciando el uso de medidas simples como el uso de mascarillas y evitando las grandes reuniones”.
“Incluso algunas figuras políticas siguen hablando casualmente de ‘inmunidad de la manada’, como si la pérdida de cientos de miles de vidas fuera un costo que se puede soportar fácilmente en aras del bien común”, ha criticado, incidiendo en que “politizar una pandemia de esta manera va más allá de la irresponsabilidad, es algo totalmente reprochable”.
Bachelet también ha lamentado que en algunos casos la respuesta a la pandemia en lugar de unir ha generado “una mayor división” y se ha permitido que se sembraran “teorías de la conspiración y de desinformación”. Con ello, se ha “clavado un cuchillo en el corazón del bien más preciado, la confianza”, a todos los niveles.
“Si queremos lograr un mundo mejor tras esta calamidad, como sin duda hicieron nuestros antepasados tras la Segunda Guerra Mundial, tenemos que reconstruir esa confianza entre nosotros”, ha prevenido.
Según la responsable de la ONU, “en los últimos once meses, los pobres se han empobrecido y los que sufren discriminación sistémica han sido los más perjudicados”. Sin embargo, “si se hubieran establecido protecciones sociales y económicas adecuadas para una proporción mucho mayor de la población mundial (…), si hubiéramos aplicado la vacuna de los Derechos Humanos, no estaríamos en tan mala situación como lo estamos hoy”.
“La COVID-19 ha demostrado muy claramente que las desigualdades y la discriminación no sólo perjudican a las personas directamente afectadas, e injustamente impactadas, sino que crean ondas de choque que se propagan por toda la sociedad”, ha destacado.
Bachelet ha denunciado en particular las repercusiones “devastadoras” que la pandemia ha tenido en las mujeres “debido al horrendo aumento de la violencia doméstica en todo el mundo, y a que una gran proporción de mujeres trabaja en el sector informal y en la atención de la salud”.
“Si queremos recuperar mejor, las mujeres tendrán que desempeñar un papel mucho más importante en la toma de decisiones y el establecimiento de prioridades”, ha defendido, resaltando que “no es una coincidencia que en un mundo en el que tan pocos países tienen mujeres líderes, varios de los países que se considera que han manejado la pandemia de manera más efectiva sean liderados por mujeres”.
Además, “los derechos a la libre expresión, a reunirse y a participar en la vida pública se han visto afectados durante la pandemia”, ha constatado Bachelet, que ha aclarado que no ha sido por las restricciones impuestas para evita la propagación sino “por las acciones de algunos gobiernos que se han aprovechado de la situación para acabar con la disidencia política y las críticas, incluso deteniendo a actores de la sociedad civil y a periodistas”.
“La pandemia nos ha dejado expuestos, vulnerables y debilitados” pero “incluso con recursos limitados, el principal ingrediente que necesitamos” para forjar un futuro mejor es “la voluntad política”. “La voluntad de poner nuestro dinero donde más se necesita, no donde se quiere, sino donde se necesita, de luchar contra la corrupción, porque en muchos países, incluso en los más pobres, hay más dinero disponible, pero se pierde cuando va directamente a los bolsillos de unos pocos”, ha añadido.
La jefa de Derechos Humanos de la ONU también ha reclamado a los países más ricos que ayuden a los más pobres “a superar esta crisis y a recuperar mejor”. En este sentido, “reparar el sistema deshilachado del multilateralismo será esencial para gestionar la recuperación”, ha señalado, reclamando a los líderes de los países más poderosos que reconozcan que “nuestro mundo sólo puede hacer frente a los desafíos mundiales mediante la cooperación mundial”.
“Las respuestas nacionalistas simplistas simplemente socavarán la recuperación colectiva”, ha advertido, incidiendo en que la primera prueba será la capacidad de garantizar que las vacunas “lleguen a todos los que las necesitan” puesto que “la pandemia ha puesto de manifiesto una y otra vez que nadie está seguro hasta que todos lo estén”.
“¿Aprovecharemos este momento para idear maneras de recuperar mejor? ¿Aplicaremos adecuadamente la vacuna de los derechos humanos que puede ayudarnos a construir sociedades más resistentes, prósperas e inclusivas? ¿Tomaremos las medidas necesarias inmediatas para combatir la mayor amenaza existencial de todas, el cambio climático?”, ha planteado Bachelet, que ha confiado en que así sea. De lo contrario, ha dejado claro, “el año 2020 será simplemente el primer paso en el camino hacia una mayor calamidad”.
AgenciaUno/EP