Ayer viernes, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que la nueva variante detectada en Gran Bretaña puede estar asociada a un mayor nivel de mortalidad.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que esta mayor mortalidad asociada a la variante británica del COVID-19 podría deberse a la sobrecarga del sistema sanitario.

Consultado sobre este tema, el ministro de Salud, Enrique Paris, descartó que se deba cerrar el aeropuerto de Santiago para personas que vienen desde el extranjero, asegurando que las medidas adoptadas hasta el momento son las adecuadas.

Paris afirmó que “la OMS no ha demostrado ni ha afirmado que esta cepa (británica) pueda ser más letal. No obstante, obviamente que nosotros tomamos las medidas cuando inmediatamente tuvimos la noticia (detección de la nueva cepa)”.

“Con respecto a los países, como Gran Bretaña, nosotros hemos tomado las medidas necesarias y las fronteras prácticamente están cerradas, entre comillas, porque se les exige una serie de razones, una serie de barreras para ingresar, incluso tienen que hacer la cuarentena en Chile y tomarse una PCR antes de embarcar”, explicó.

El titular del Minsal ejemplificó recordando que “es lo mismo que ayer Joe Biden declaró para Estados Unidos, en forma mucho más tardía que nosotros”.

“Si aparecen otras cepas (…) obviamente que las estudiaremos. Por eso mismo el ISP está testeando permanentemente y secuenciando la aparición de nuevas cepas”, sentenció la autoridad.