Brasil: Bolsonaro nombra al cuarto ministro de Salud de la pandemia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha cesado al actual ministro de Salud, Eduardo Pazuello, y ha designado al doctor Marcelo Queiroga como sustituto, lo que convierte a este último en la cuarta persona que se pone al frente de la cartera desde el inicio de la pandemia.
Bolsonaro se reunió ayer lunes con Queiroga en el Palacio Planalto y ha anunciado que el nombramiento de este como titular del ministerio se confirmará este martes con su publicación en el Boletín Oficial de la Unión, según recoge el medio brasileño G1.
“La conversación fue excelente (…). Tiene todo en mi opinión para hacer un buen trabajo, continuando con todo lo que Pazuello ha hecho hasta el día de hoy”, ha manifestado el mandatario a sus simpatizantes sobre Queiroga, quien hasta ahora era presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología.
El ministro entrante ha asegurado en su primera reacción que el presidente es partidario ahora de un “amplio debate” con la comunidad médica parar lograr “un mejor resultado frente a la pandemia”, con vistas a “armonizar” unas relaciones que no han sido del todo fluidas en este último año.
Según el presidente brasileño, habrá “una o dos semanas” de transición para la entrada de Queiroga en el cargo en sustitución de Pazuello, una figura cuestionada por la difícil situación que atraviesa el país por la pandemia y por ser el único que se ha plegado a las exigencias de Bolsonaro.
Por este motivo, los aliados de Bolsonaro habrían presionado la salida del hasta ahora ministro de Salud, en un intento de revertir las políticas negacionistas. Según la prensa brasileña, el presidente habría recibido una lista de posible alternativas a Pazuello, en la que, precisamente, habría estado el nombre de Queiroga.
En la misma, se contemplaba a la también cardióloga Ludhimila Hajjar, con quien también ha conversado Bolsonaro este lunes al ser el perfil que contaba con más apoyos, si bien la médico no ha aceptado la invitación para convertirse en ministra de Salud, lo que ha justificado diciendo que no hay “una convergencia técnica” entre ella y Bolsonaro.
Queiroga será la cuarta persona en ponerse al frente de la cartera de Salud desde que estalló la crisis sanitaria del COVID-19, mientras el país se encuentra en el peor pico de la pandemia.
Precisamente, ayer lunes Brasil ha lamentado otros 1.057 casos de coronavirus y ha sumado 36.239 nuevos casos, según el último balance del Ministerio de Salud. De este modo, el país acumula 11.519.609 positivos y 279.296 decesos, frente a 10.111.954 personas que han logrado superar la enfermedad.
La convivencia de Bolsonaro con sus ministros de Salud desde el origen de la pandemia ha estado marcada por los desencuentros, llegando incluso Bolsonaro a calificar a alguno de ellos como desleales por defender las posturas de las autoridades locales y estatales que abogaban por el confinamiento como mejor medida para frenar el avance del coronavirus.
El primero en salir fue Luiz Henrique Mandetta, quien asumió el cargo con la llegada de Bolsonaro al Palacio de Planalto en enero de 2019, y poco más de un año después sus diferencias con el presidente en relación al uso de la cloroquina y a la aplicación de las medidas de confinamiento propiciaron su expulsión.
El siguiente en el cargo, Nelson Teich, apenas estuvo un mes, y explicó su dimisión ante la falta de “concordancia” en el uso de recursos públicos en un fármaco, la cloroquina, cuya efectividad contra el coronavirus no está comprobada, llegando incluso a ser contraproducente en aquellos pacientes con enfermedades cardiovasculares previas.
“Los recursos humanos son escasos. Aquí cada centavo vale oro. El uso de los recursos tienen que ser el adecuado. Si yo tengo cosas que no sé si funcionan, yo no puedo gastar dinero en eso porque tengo muy poco dinero”, argumentó Teich.
Este uso de dinero público, un millón de reales (más de 150.000 euros), está siendo investigado por el Tribunal de Cuentas, ya que como dijo su presidente, Benjamin Zymler, “no existe amparo legal” para uso, pues no cuenta con el aval de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), o de autoridades extranjeras.
El último en salir es el general Pazuello, investigado a su vez por posibles negligencias durante la gestión de la pandemia en el estado de Amazonas.
De acuerdo con un informe de la Fiscalía, y que cuenta con el aval del Tribunal Supremo, Pazuello no habría actuado a tiempo aún sabiendo del colapso sanitario al que se enfrentaba Manaos para tratar la llegada de oxígeno y el traslado de muchos pacientes a otras regiones con el fin de aliviar la saturación hospitalaria.
AgenciaUno/EP